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the_dreaming

Grandes Enigmas de la Humanidad: ¿por qué hay chicas que lloran mientras hacen la compra en Carrefour?

- Nuala

Ayer me convencieron para dar una vuelta en moto.

Nunca había ido en una moto de verdad, lo único parecido que había hecho fue subir a una motocicleta en dos ocasiones y en los dos casos fueron trayectos que no sobrepasaron los cinco minutos. Esos días en que vas caminando y alguien conocido o de la misma empresa te ve pasar con los libros y dice sube, que te acerco.

Me gustan las motos. Pero sólo verlas; montar en ellas, no. Algo que a mucha gente le sorprende porque por alguna razón doy el perfil de motera. Para que te fíes de las apariencias.

El caso es que consiguieron convencerme para dar un pequeño paseo y fue divertido convertirse en Trinity por unos minutos (casco, gafas de sol, guantes de cuero). Después fuimos a cenar algo en un restaurante al lado del mar. "Pues claro, somos moteros", decía mi acompañante a la camarera que nos comentaba que éramos los únicos valientes que se atrevían a cenar en la terraza. No hacía nada de frío, la verdad. Y unos cafés y una copa después me volví a casa con la sensación de haber hecho algo diferente y de haber conseguido superar un miedo más.

Y esto debería ser hoy un recuerdo de una noche agradable.

Pero no lo es.

Porque esta tarde, al despertarme de la siesta me he dado cuenta de que me falta EL anillo. Ese que no me quitaba nunca. Ese que ahora que he adelgazado me bailaba en la mano. Ese que debió caerse al quitarme los guantes de la moto. Y que he buscado por todas partes pero no he podido encontrar. Ese que una vez describí aquí como mi tesoro.

Además de odiarme a mí misma por ser tan torpe, no puedo evitar sentir que es como si la vida me castigara por salir un día y divertirme. Y no es justo. No he hecho nada malo.

Pero si me hubiera quedado en casa, no hubiera pasado, claro.

 

Cuando crees que ya no puedes perder nada más, descubres que sí.

Y estoy tan harta.

 

Eso sí, he contribuido a la resolución de uno de esos grandes enigmas de la Humanidad. Qué bien, ¿eh?

 

9 comentarios

Nuala -

No, nada, gracias a los 3.

Una amiga me dijo que a lo mejor es la forma en que la vida me dice que tengo que pasar página.
Y digo yo, ¿no podré yo pasar página cómo y cuándo me salga de los ovarios?

Si la vida va a darme ayuditas, la próxima que sea en forma de bonoloto, gracias.

nadie -

Creo que fuiste tu misma la que me dijo una vez, que la vida no era justa, ni injusta.
Que la justicia no tenía nada que ver.
Pero mira bien en la cama. Debajo y detrás. Cerca y lejos. MIRA BIEN.

Anónimo -

Sin palabras, pero con carinyo.

burma -

Pues seguiremos esperando, esperanzados, por si ayuda...

(abrazo)

Nuala -

bac, no, nunca me lo quitaba. Aún tengo la pequeñita esperanza de que aparezca por casa, pero de momento nada.

bacterio -

Observo que dices que te diste cuenta al despertarte de la siesta. ¿No se te habrá caído en casa o te lo habrás quitado al lavarte las manos o algo?

Saludos

Olethros -

...

Nuala -

Lo primero que hice fue llamar para que miraran en los guantes. Me los quité en la calle, los guardé dentro del casco y de ahí fueron al baul de la moto. O sea que de caerse, se habría caido en la calle.

Y he mirado ahí y no estaba. Hay muchas posibilidades de que lo haya encontrado alguien o que le haya pasado por encima un coche. :(

eddie -

Lo normal es que esas cosas se queden en el interior del guante, si tienes acceso a ellos compruebalo.
de todos modos te puedes haber quitado los guantes en, como mucho, un sitio o dos. Pregunta en el restaurante. Suelen guardar esas cosas y si es un sitio serio y se ha quedado allí lo tendrán. Yo un dia perdí una especie de monedero, y estaba alli, en una caja con un monton de pendientes, un cubo de rubik, varios paraguas pequeños y un monton de gafas!